miércoles, 28 de julio de 2010

Cielos rojos.


Claro y tibio, como agua resplandeciente.
Se fue nublando todo. Tormentas sangrientas, arrepentimientos.
Ella, tan tranquila como siempre, bajaba bailando las escaleras de la casa con música a todo volúmen en los oídos.
Sus padres a veces la llamaban pero para captar su atención necesitaban más que gestos, un 'te estoy hablando', 'espera papá, conversemos'.
Ella no le pedía nada a nadie, y seguía bailando, cada paso que daba llevaba ritmo, y le acompañaba una sinfonía en su mente. A veces, la perdía y no sabía qué hacer, es que su ángel de la guarda se transformaba y la dejaba sola y no se había acostumbrado aún porque cuando más quería que estuviera a su lado, más se alejaba y no era capaz de comprenderlo. Y no sabía pedirlo.
Hasta que, un día, esa melodía no se fue de su lado, y ella estaba frustrada porque no lo aguantaba quería estar sola, hacía mucho que no pasaba una tarde consigo misma y estaba hecha polvo, una copa más pidió. Bebió y acabó en manos de una mujer que la consolaba mas no tenía que hacerlo porque tan sólo reían, incluso el saludo fue chistoso... Compartieron esa noche de conversación a la luz de la sombra, casi sin ver sus rostros. Se quejaron del mundo, de ellas mismas, de la gente. Y fueron felices. Felices entre tanta bebida.
Cuando despertó ella vio que todo debía traer consigo un giro drástico. Fue ese el momento en el que tomó las riendas de su vida, mandó todo a tomar por culo y fue ella misma pintando las paredes de su casa de rojo, dando un tono violento en su vecindario. Le gritaron loca, voces decían que estaba poseída, que tenían que quitársela de en medio, hablaban hasta de sacrificarla...
Sacó todo el coraje que siempre había estado escondido en su interior, fue entonces cuando todos se dieron cuenta de quién era ella, de su valía. Y todos se echaron las manos a la cabeza. La perdieron todos los que la conocían, la ganaron aquellas que aún no sabían quién era. ELLA.

lunes, 26 de julio de 2010

Descansos.


DESCANSOS: V. & H.

El mundo y yo. Yo también traté de bajarme, como Mafalda, tantos otros, Algunos lo lograron, otros, no, quedaron en el intento.
Y aquí seguimos en la vida.
Bienvenido al paraíso, un descanso placentero, y no, no es la muerte, tan sólo una parte de la mente en la que habrá relajación, que dejará de ser de constante utilidad para crear conjeturas. No…
Ya sé de sobra que el helado de chocolate y nata no es la solución a nada, pero, ¡una se siente tan bien! Que lo olvidaría todo en esos momentos en los que la puerta de atrás se te presenta delante y no hay un hola, un acércate; es sólo un adiós de unos abrazos que tuvieron demasiado valor porque fueron los primeros sinceros, esa sonrisa de alegría al verle. Ya todo quedó atrás. Ni una mirada, ahora.
Escribo versos sin sentido, pero son los más sentidos desde hace mucho, ahora que el corazón descansa, ahora que se desahoga. Mañana se volverá a cerrar. No quiere más, y no quería pero no pudo hacer nada; el chocolate ya no sirve, no funciona como sustituto de nada, el sexo no puede con ello tampoco.
Volvió a ser duro, y robó piruletas a un bebé y fue feliz, Y era un día de su vida y eran lágrimas y una madre preocupada. Es ahora y son preocupaciones y si digo algo y lo digo mal hay enfados, que ya no acaban en reconciliaciones curiosas porque no son enfados tontos que llevan a más, que la importancia después de todo se desgasta. Bobadas, burradas, promesas, todo en el mismo cupo. Sigo queriendo cortar la cuerda, pero vuelve a presentarse, el cambio, regresó para doler, por una noche, más que nada, otros pensamientos, de nuevo, repetidos, déjame volar, no quieres, un paso atrás, quieto, disparo, policía, te odio.
Cuántas manos habrá separado la distancia, cuántas el orgullo, cuánta distancia para que una persona decida ser ella, sin ver qué pueden hacer los demás, quererse sin más, simplemente hacerlo, el resultado ya se verá pero no, veo que nadie hace eso que no son capaces que el reto es el menor posible, ya las mariposas hasta se cansan de volar. Y yo quiero acompañarlas pero no me dejan. Y quiero Gritar. Y Grito.
Llorar a la vez, mirarle de nuevo a la cara y ver que no fue nada, pero vuelve. Y esa mirada duele, y luego vuelve y se va y la tarrina de helado se marchita y no soluciona nada, tampoco hay muchos problemas, no tienen de qué preocuparse, pero siguen haciéndolo y no funciona. Ya nada funciona porque no es este mi mundo, porque el tiempo no pasa sin más y no, no puedo. Algunas noches de quebraderos de cabeza vuelven y te mientes, a ti, al mundo, no lo quiero, pero te equivocas porque es lo que más deseas, una charla, una noche con un peluche, hablar, disfrutar y no, ahora no se puede porque es pronto, demasiado, una mota de polvo y decir te quiero es un mito, a estas alturas hay que buscar otra palabra, cariño, cuando responda al crujir la silla sin que venga a cuento será porque cambié de frase, y esa es mejor porque es original. Te crujiré la silla. Mucho, mucho.

jueves, 22 de julio de 2010

Tarde entre sábanas.

Tras el reflejo del espejo había un cuerpo desfigurado, sobraba sombra por todas partes aunque no la hubiera, y ella sabía que no hacía falta nada más, pero no podía evitarlo, todo de la cabeza decían.
Resulta que todo el mundo había atentado contra ella alguna vez, que palabras bonitas escuchó de los que más la querían, pero también escuchó malas palabras. Y le dolieron.
Se dio cuenta de que las cosas cambian, sobretodo esas amistades conocidas en un primer momento cuando llega la tontería del 'para siempre'. Una persona no es igual durante toda su vida, una persona crece, aunque algunas se queden a mitad o a comienzos del aprendizaje.
La vida la hizo crecer más rápido que a las demás, y era bien consciente de ello, quince años. Significaron demasiado para ella.
Ahora, como otras muchas, ha podido saborear el frescor de las novedades que se presentaron en su vida como personas, como amigas. Y lo valora mucho.
Ese valor es tan alto, que la hace sentirse mal cuando está sola, ya se sabe que la soledad cuando no se quiere es la peor de las compañeras. Vete, le dicen, sin efecto alguno, cuando menos la quieres aparece, como las personas no deseadas, podría ser una de ellas, la más importante sin duda puesto que uno cambia de parecer y puede necesitarla, dichosa soledad.
En malos momentos cuando la comida escasea en nuestros estómagos, y todo por un reflejo, hay personas que te duelen, que son las que más te aprecian y dicen algo sobre preocupaciones que no se suele escuchar porque es difícil. It's quite complicated. Porque no, un día no puedes aparecer, acabar siendo la persona más importante de una vida e irte, como si nada. Como si nunca hubieras estado. No, porque ya es tarde, así que llama, preocúpate y déjala vivir porque ya se conoce, tres años son muchos... Y hay mucha comida todavía.
Y los malentendidos que pasan, pesan, demasiado, y no se encuentra todos los días a una amiga que te diga, para de agobiarte, abre la ventana, sal un rato a la playa, porque tú, honey, tú eres perfecta.

Para V mayor.

lunes, 19 de julio de 2010

Oscuridad

Tantos dias que se suceden, semanas, quizás ya llega al mes, quien sabe, y se encuentra cansada ya de buscar a oscuras palabras que no son de nadie, palabras vacias, de buscar y no encontrar nada, de que falten los temas, los temas y las ansias.. de que no salga nada de unos dedos que antaño escribieron a diario, quizás porque solo sienten aquello que aun no vivieron, o que solo quieren vivirlo y dejar de imaginarlo a través de la palabra escrita.. Y ella piensa, intenta hallar la forma de expresar todo lo que su mundo interno le grita que necesita, perderse por Granada y encontrar sonrisas, y hay polvo en el aire de un extraño color dorado y besos en cada esquina, hay miradas extrañadas que buscan algo en ella y no saben muy bien que es, hay mil planes y promesas, habitaciones verdes con viejos armarios, grandes avenidas por las que pasean los sueños que acaban en el cesped de cualquier parque donde se regalan años y en el que se columpian las esperanzas, trozitos que faltan y se completan cada día.. pero abre los ojos, abre los ojos y abandona la luz de su evasión, volviendo a introducirse en su ya tan habitual oscuridad..

domingo, 4 de julio de 2010

Mientras tus pupilas descansan.

Es tarde, tarde como nunca lo ha sido, ellas duermen y el mundo pasa por sus sueños. El cielo se cubre de estrellas que no son apreciadas, es de noche, será imposible que las disfruten, duermen. Cada una bajo esos acogedores techos, dentro de esas sábanas, descansan.
Y es que no hay nada mejor que un reposo después de varios días de verano agotadores, de sorpresas y cosas diferentes alejadas de la rutina, que todo se renueva ahora. Días previos pudieron ser malos, estar cargados de sentimientos, repletos de sonrisas, abrazos, besos, despedidas y decepciones, de miedo. Ellas duermen, y es como si nada pasara cerca, lo demás está alrededor, son inmunes, las sábanas las protegen y también esos calcetines que calman el frío de unos pies desnudos haciendo que entren en calor, un calor ya casi abrasador porque es verano, en pleno julio, pero no importa porque la seguridad es mayor.
La vida transcurre tras esos ojos, las miradas cansadas tras los días que pasan y las dejan rendidas, que a las seis de la mañana unas no pueden más, necesitan tomar un respiro y finalizar el día y así dar como acabada esa viveza y entregarse al sueño... Aun así sus rostros reflejan todos sus días completos, a veces más tiernos, otros más duros y menos queridos, tiempo de estrés y estudio, de vacaciones que quedan marcadas en sus mejillas sonrojadas a causa de que se divierten como niñas, en el parque o en la playa, en la piscina o en el paseo por las calles de la ciudad y llegan a ese sueño tranquilas, sabiendo incluso que también lo disfrutarán. Se les dibuja una sonrisa en la cara, al encontrarse con la cama, con su subconsciente, hola, veremos qué nos cuentas hoy, dicen.
Y no son capaces de confirmar lo que sus ojos dicen, que a través de ellos se descubren, indefensas. Han visto poco, demasiado para su edad, pequeñas mocosas que hacen que a veces el mundo gire a su alrededor, que son el centro de alguna persona, pero a veces es complicado distinguirlo, y no lo entienden. Las personas con las que se relacionan a veces las confunden y aparecen interrumpiendo sus sueños, haciendo que no puedan descansar o por el contrario, que tengan la más maravillosa y apetitosa fantasía.
Algunas veces fatigadas debido a la demora de sus grandes o minúsculas expectativas, se tapan la cara con la almohada, se enfrentan a ella y se la comen, otras, la misma sábana las envuelve hasta arriba, para quitarles el miedo.
Ellas se protegen, sus miradas cálidas de pupilas agotadas de esperar ofrecen entre ellas asombrosa complicidad, porque siguen juntas, aún. Ellas son invencibles, algún día lo sabrán. Además, hay personas que están impacientes, sin embargo, permanecen expectantes para cuando ellas aparezcan por esa puerta y les dirán bienvenida a mi mundo, aquí eres la reina, te cuidaré porque mereces mucho más de lo que piensas.

viernes, 2 de julio de 2010

Lo que el alma ve.


La reina de la función es ella.

El protagonista eres tú.


Y ya ha comenzado la obra, a las cinco de la mañana un día más, que ella nunca se retrasa...

Vuelve y se va, una se duerme y ella desaparece, va de sueño en sueño hablando con todos, sin excepción. Mira a una muchacha de rubios cabellos y se detiene en sus sueños, la chica cree que nadie la espía, que no están antentos a ella, está demasiado equivocada porque además de irrumpir en sus sueños el alma, hay otra chica que la cuida o por lo menos lo intenta.
Un día especial a las ocho de la mañana le sacó una foto, y ella no la tomó en serio hasta el final, quizás, o eso aparentaba. El alma sabía mucho más que las propias dos chicas, y continuó con su misión.
Veía que había demasiados sueños, algunos rotos, otros eran ilusiones, en la mente de aquella niña, porque aún lo era, y lo seguiría siendo por mucho tiempo, a pesar de todo, a pesar de la vida.
Una chica estaría siempre allí, dispuesta a esperarla, a estar con ella cuando la necesitara y también sería capaz de hacer su vida, esa chica no necesitaba que la cuidaran tan sólo gestos de cariño, como el que ella pudo darle un abrazo sin ser esperado, y el alma lo vio todo.
El alma pudo ver con facilidad, con transparencia, que esas luces brillaban que eran rojas, esos corazones que se encontraban que no tenían dueño que aún eran jóvenes y rojos, de un rojo pasión que no está roto, intacto. Aunque alguna no lo supiera.
Y se encontraron con tres más que las acompañarían, el alma vagaba entre sus sueños y los mezclaba pensaba incluso que sería fabuloso volver a reunir esos corazones, esas ilusiones y hacerlas realidad, crear un sueño que pudiera realizarse, como el que ya iban a cumplir, con esas ciudades nuevas, esas expectativas, esa cafetería transitada por cierto ingeniero perdido que encontraría una mirada por la que lo daría todo. El alma, se conmovió, pretendió que se quedaran juntas mas ya no podía hacer nada, quizás las cinco de la mañana se cambió por las seis, o las ocho o las doce, pero sabía que un 28 de agosto sería el principio, no el final.
Otras chicas, se alegraban gracias a las tecnologías, que les permitirían acercarse a otras ciudades más grandes para verlas a través de una pantallita, sería diferente. Y volverían a reunirse en vacaciones.
El alma quería que ellas fueran las protagonistas, esta vez, de un principio que no tendría más final que el que quisieran darles ellas.

La obra tan sólo sigue su guión.
Y el mundo no las conoce, aún. No ganará la batalla.


15.Agosto.2010