domingo, 12 de diciembre de 2010

Otras historias

Su cabeza seguía pensando, mientras su cuerpo inmovil permanecia sentado en el banco de aquella plaza en cómo había llegado a esa situación, en que podría haberle dicho que le importaba, eso y mil cosas más, y no lo hizo y no sabia por qué, en que volvía a hacer las cosas lo peor que podia a pesar de lo que odiaba equivocarse, y que ya le había dicho que dolia, pero que más que doler escuece, que quizás el mejor alcohol no sería otro que evocar lo que ya se ha dado por perdido, aunque vuelva a errar de nuevo. Entonces miró el reloj, y se levantó del banco del que ella se habia marchado tan solo algunos minutos antes y mientras caminaba pensó en que habría pasado si hubiese corrido tras ella..

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