domingo, 7 de noviembre de 2010

Historias de Tren

Hay martes en los que se comparte durane casi 5 horas un vagón con unos pocos pasajeros, que tal vez regresan a su casa, o tal vez no. Hay abuelos que viajan con sus nietos sonrientes y algo soñolientos, que juegan al veo veo y comen gominolas hasta hartarse y acabar rendidos en los brazos de sus abuelos mientras estos se lanzan una mirada complice, porque parece ser que las madres estan demasiado ocupadas para hacerlo. Chicas que leen en libros electronicos, y cada vez que pasan sus paginas digitales alzan la cabeza a la ventana y suspiran, y claro, algunos piensan que seria genial saber que es lo que piensa, que es lo que deja atrás, o que es lo que ansia tanto por ver que hasta los suspiros se le escapan. Hay chicos de ojos tímidos e inseguros que miran hacia ambos lados del vagón para acabar posandose en el otro que duerme y piensan como les gustaria ser capaces de descansar asi, tan tranquilo y sin preocupaciones, sin que se llege a pasar por sus mentes los miles de problemas y las miles de historias que pueden pasar sobre la cabeza de aquel que prefiere dormir, vivir en sueños, y evadirse antes que ver el paisaje, aunque quizás se percate cuando lo vea despertarse sobresaltado, ya que su subsconciente habrá permitido que sus temores infantiles vuelvan a atacarle. Hay personas que se encuentran, chicos que miran levemente hacia al lado y sonrien a aquella chica que va escuchando música a la vez que la tararea, y de vez en cuando se le oye una estrofa mucho más alta que otra sin que ella ni si quiera se de cuenta, aunque ya si se haya percatado del chico de su derecha, de su ligero equipaje y el aire despreocupado que intenta mostrar, y que seria genial que el se acercase, y le dijese cualquier chorrada, que ella se sonrojara y el volviera a sonreir, pero no será asi, ya que muchas veces eso no entra dentro de lo que se conoce por políticamente correcto, asi que cada cual bajará en su parada, sin ni siquiera despedirse, sin conocer tan siquiera el nombre del otro, puede que quizás algun dia vuelvan a cruzarse y se recuerden como de alguna especie de sueño...o tal vez no. Hay estaciones que se suceden una tras otras. Hay rayos de sol que se cuelan por la ventana. Hay ojos que observan y dias en los que inventarse las historias de los demás se les antoja mucho más que interesante..

1 comentarios:

La chica de las uñas azules dijo...

También hay veces que es mejor crear su propia historia.
Besitos. Te echaba de menos, volviste.

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